Iban en el metro con actitud seria porque era la última noche que iban a pasar juntos. Era una noche exigente poruqe el resto de días habían sido tan perfectos que era difícil que algo no pasara y que fastidiara el fin de semana.
Él alargó su dedo índice y en la frente de ella comenzó a dibujar una M de manera lenta, subiendo poco a poco hasta el primer pico y volver a bajar y volver a subir para una última cuesta abajo. Le siguió una E a la que confluyeron una Q-U-E-R-R-A-S y finalizó con un gran interrogante.
Ella entre sonrojo y sonrisa marcó una gran S en su frente mientras le dijo: Siempre.
Y Siempre, aún no ha terminado.
3 comentarios:
Qué bonito... Me ha encantado ^^
Muy bonito....pero que dificil es cumplir esa afirmación.
Yo: Gracias. Lo cierto es que lo fue.
Carlos: no seas pesimista. Los amores y cariños varían... y en lugar de pasionales se convierten en cariño de amistad pero al final se quieren.
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