martes, enero 30, 2007

Sin palabras

Me tumbo en silencio, cierro los ojos, y recuerdo cómo acariciaba tu pelo antes de dormir. Ahora rozo el mío pero no es igual… imagino los minutos que pensabas en mí al principio cuando nos conocimos… imagino las horas que presté mi subsconciente en ti, en tu mirada, en tus ojos, en las palabras que me dedicabas… me acaricio el brazo pero me duele y lo retiro bruscamente… ahora ya no puedo pensar en algo que no sea en las veces que me has llamado puta, en tu aliento apestando a alcohol, en tus golpes, en tus “lo sientos” del día siguiente, en las flores del salón a modo de disculpa...


Ojalá me despierte dentro de 100 años… en otra época, en otro mundo con otras leyes y el muerto seas tú… Entonces me levantaré, me quitaré las legañas y empezaré la vida. Ésa que en ésta ya me quitaste.

martes, enero 23, 2007

7


7 cosas que me gustaría hacer antes de morir
1. Viajar todo lo que pueda y visitar todos los sitios que quiero ver: Argentina, Brasil, Australia, Fiji, Camboya, Suecia, ...
2. Vivir fuera de Madrid
3. Vivir fuera de España
4. Pensar en algún momento: "Ahora mismo, todo es perfecto"
5. Adoptar un niñ@
6. Alguna vez no preocuparme por la hora o el tiempo
7. En el momento de antes, sonreir.

7 cosas que más digo
1. Querido/a
2. En fin...
3. (...) Uso de los ...
4. Vale?
5. Bueeeh
6. zenkiu
7. jelou
7 cosas que hago bien
1. Escuchar
2. Aconsejar
3. Soñar
4. Dormir (relacionada con la anterior)
5. Cosquillitas (que no cosquillas)
6. Meter la pata (hasta el fondo)
7. Rayarme por tonterías
7 cosas que no sé hacer
1. Bailar
2. Mentir
3. Combinar la ropa
4. Ser fashion
5. Nadar a crawl
6. Toser bajito
7. Cantar
7 cosas que me encantan
1. Dormir (zzzz)
2. Merendar croissantes con onzas de chocolate (me recuerda a cuando era pequeña y me lo daba mi abuela)
3. La ironía y el sarcasmo
4. Elegir desde un kilómetro antes por cual de las taquillas del peaje de la carretera pasaré la tarjeta.
5. Las velas...
6. Que me hagan cosquillitas en la cabeza
7. Detectar fallos en las películas (puertas cerradas o fallos históricos)
7 cosas que me odio
1. Los Insectos
2. La impuntualidad
3. La tontería
4. Madrugar
5. Que me desprecien
6. Las injusticias
7. Las mentiras

viernes, enero 19, 2007

lunes, enero 15, 2007

Vieja

Cada mañana me peino los mechones que me quedan con mis manos huesudas. Hay que ver, cuando se mezclan mis cabellos en los dedos no sé cual está más blanco, más pálido o más canoso...
Como cada mañana intentaré no mirarme al espejo, desviar la mirada... no vaya a ser que me hunda en los surcos de mi cara. No es que me molesten las arrugas, no es eso, me molesta su profundidad, me recuerdan el tiempo que llevan ahí y que yo no las vi mientras desviaba la mirada.

Cada vez soy más pequeña, menos alta, menos algo,... encojo por segundos, tantas veces desee ser más diminuta para pasar desapercibida pero ahora me da asco mi cuerpo, mi cara, mi pelo y mis manos...

Decían que era bonita... decían que era preciosa... ojala volviera a escuchar uno sólo de aquellos halagos que me avergonzaba y me hacían huir calle abajo...para escapar… escapar de su mirada, de su labia perpetua e indiscriminable que le hacía piropear a todas las muchachas con las que se cruzaba. Yo no era la excepción... en nada lo era. Me halagaba como a las demás y se marchaba con la de la falda más corta del pueblo.

Y yo, que deseaba que habláramos de estrellas, de libros, de canciones, de historias, de películas... y nos riéramos juntos para acabar las risas repasando el largo de mi falda…

Ahora camino despacio, ya no puedo si quiera huir... para qué si ha pasado demasiado o no ha pasado nada... me miraste a los ojos y me dijiste que era bonita, que era preciosa. Y mi pelo se volvió blanco, mis manos huesudas y mi cara se llenó de arrugas... Dicen que sólo tengo veinticinco pero mi alma me grita que en quince alcanzaré el siglo... Y no tengo fuerza para huir porque nadie me fabricó muletas para las mariposas del estómago... Así es mi conciencia anciana que peina las canas porque tiembla con las ganas de sentirte respirando en mi espalda una de estas mañanas... Así, volvería a ser una niña... de piel tersa y duras piernas que con una tiza iba a escribir en el suelo las cuadras de rayuela y la utilizó para escribir tu nombre… Y cuando terminó se avergonzó e intentó borrarlo pero no era posible y es que… ¿A quién se le ocurre escribir con el corazón?...

domingo, enero 07, 2007

Números

El número 3 llevaba unos días pensando que a número 9 le hacía falta algo, que le notaba alicaído y sin ganas de reir. Él que siempre ha estado apoyándole en todos los momentos, que siempre le ha conseguido sacar una sonrisa en los momentos más penosos con una de esas frases entre irónicas y sarcásticas que se suele gastar. 3 habló con 9 para decirle que no le veía bien que qué le pasaba. Número 9 no supo a qué se refería su amigo el tres cuando éste le invitó a su casa a cenar y a ver una peli de letras, lo más en el cine de ahora.
Número 9 se dirigió a casa de número 3 y después de saludarle fue a dejar el abrigo y su bolso en el salón. Número 3 le dijo que estaba en la cocina hablando con un compañero de psio, número 5 que estaba cenando, después dejo que se le había hecho tarde que iba a darse una ducha y le dijo a número 9 que se quedara con número 5 hablando. Así es como número 9 y número 5 se conocieron. Estuvieron hablando con cierto nerviosismo sobre cosas bastante vagas... número 5 le contó que era de una región decimal un poco más hacia el norte de donde era número 9 y número 9 le contó que trabajaba en unas integrales y que no estaba mal pero que estaba buscando un cambio a unas ecuaciones diferenciales mucho más seguras para un período a largo plazo. Los números 9 y 5 coincidieron un par de veces donde charlaron animadamente hasta que un día número 5 invitó a número 3 y número 9 a conocer su nuevo hogar, una suma que no está nada mal. Pasado un rato, número 3 se marchó porque se caía de sueño y así número 9 y número 5 estuvieron hablando sin parar hasta que se hizo de nuevo de día. No se sabe en qué momento y a cuento de qué, número 5 en un alarde de arrojo y de valentía se lanzó sobre los labios de 9 y número 9, que no se esperaba esa reacción ni lo había planeado ni se le pasaba por la cabeza, le correspondió. Número 5 estaba fascinado por la belleza de 9, sus curvas, sus gestos, sus ojos... Durante tres largas horas ambos números se besaron y abrazon como si llevaran toda la vida juntos.




Pasados unos días, quedaron para verse y pasaron otros más y volvieron a quedar para verse, y pasarón más y volvieron a quedar para verse... y así es el comienzo de dos números iguales al 70 al 28 al 81 al 67 e incluso al 17.
(Continuará...)

Viajar

Después de 28 años y 27 días de vida en los que he tenido algunos ratos de instrospección sobre mí mismo, claro de quién sino, sé que la voluntad y el tesón no son características destacables de mi personalidad. Ésto se lo dije a Nico cuando me animó a crear el blog hace un par de meses. Este verano escribí mis dos primeros días de vacaciones, luego entre una mezcla de tesón y falta de tiempo real no pude continuarlo. Esto es lo que salió.

¿Te he contado alguna vez que me encantan los aeropuertos? Me parece un lugar fascinante. Es tan grande, con tanta gente.... y todo el mundo está en eses lugar con el mismo fin: o va a buscar a alguien, o va a coger un avión, o viene de él... Son tantas las emociones que se juntan, las nacionalidades, las culturas, la gente que me parece uno de los lugares más románticos del planeta. Hoy vi una de esas parejas que se despiden por un tiempo. No sé si sería por mucho o poco pero todo eran besos, abrazos y la mirada de "te echaré de menos". Me acuerdo cuando yo iba al aeropuerto a despedir o a buscar a Daniele. Quién me mandaría a mí tener una relación con 3 países por medio.

Mientras facturaba vi a alguein conocido que iba a ir en mi mismo vuelo. La alegría con la que yo la saludé ya que veía que iba a poder hablar con alguien en las primeras 8 horas de vuelo. La alegría no fue recíproca ya que ella iba rodeada de un séquito familiar, así que me busqué nuevo amigos para el viaje: una psicóloga especialista en autismo con la que no comparto mucha visión de la psicología y una americana despechada de los hombres españoles. Es curioso, sé los planes que tienen para hacer en Estados Unidos una y en Canadá la otra, qué harán cuando vuelvan, de donde son y tras casi tres horas de vuelo no sé sus nombres. Las turbulencias comienzan a notarse... Quién no ha escuchado eso de que en la cola del avión se notan mucho más. Mi asiento es el 46D, no hay más filas detrás. Viaje divertido.

Estoy de camino pero ya tengo los primeros contactos con el mundo americano y no es otra cosa que una salsa hipercalórica con la que aderezar una especie de ensalada que debe de llevar como componente especial kriptonita. Estoy casi segura de que apartir de este momento tengo asegurada la visión nocturna o algún hecho insólito más propio de los comics que leía mi hermano de pequeño. (...)

El segundo avión que cojo en unas horas va con destino Los Ángeles. Este avión es mucho más cutre. Setentero. Los azafatos están literalmente sacados de residencias geriátricas. Tengo sed pero me aguantaré porque no veo a ese hombre encorvado capaz de traer un vaso lleno de agua desde el grifo hasta mi asiento. Soy la única española en el avión. Estoy en el medio de un asiento de tres entre una niña de unos 10 años que no para de comer golosinas y guarradas y un jovencito interesante de unos 35 con el que he tenido la apasionante conversación de: ¿me dejas salir? y le di aproximadamente unos 50 gracias por los múltiples ofrecimientos de caramelos, de quitarme el aire acondicionado, la luz, mantas... En este momento son las 15h de la tarde en california y más o menos medianoche en España. Mi cuerpo comienza a tener sueño por agotamiento pero la luz del sol me deslumbra y me desconcierta. El jovencito interesante me ofrece un café solo. No sé cómo se llama pero le pega Eric.

Eric resultó ser un inglés que iba a LA por trabajo. Su trabajo era extraño, se dedicaba a la competención de bicicross o algo así. No era ciclinos sino algo más parecido al skate con bicicleta. Tiene las manos llenas de pequeñas heriditas profundas, con lo que no sé hasta qué punto es bueno. Era del suroeste de inglaterra, nos reimos mucho hablando del Rey Arturo, William Wallace, Lady Ginebra, Ratzinger y Bush... Nos despedimos con dos besos y nos deseamos mucha suerte en la vida. (...)

viernes, enero 05, 2007

Todavía no me he recuperado.

¿Qué le han hecho a la gente? ¿Qué le han hecho a mi ciudad?