martes, noviembre 28, 2006
Radio
Esta mañana dijeron en las noticias de la radio que podía salir del mundo de tu sábana, que despertara y no recayera en el ciclo de tus metamorfosis, que levantara la cabeza y no mirara atrás, que hay miradas que más vale la pena olvidar. Dijeron que tengo demasiados traumas, dijeron que hablo siempre demasiado para no mostrar mis sentimientos porque me rompo... me rompo ante un mal gesto, un mal sonido... dicen que soy sensible pero que hay que excavar para verlo.... que si entras en mi biblioteca sabrás que sólo escribo por las noches, que de día no tengo palabras o las letras no aparecen antes de las diez. Dicen que hay solución... que si me doy media vuelta es para cambiar la cara y revolver sonriendo. Que las malas rachas como dicen los consejos vienen para todos, pero a todos no se van siempre que queremos. Dicen que qué hago escuchando la radio sobre mí misma... que si no es mejor leer un periódico con los poemas de mis fracasos o una película con las imágenes de mis miedos. Que son demasiados. Que hace tiempo que no escribo historias. Que no tengo inspiración... que hace tiempo que no soy capaz de escribir nada bueno... que hace tiempo que no paro de hablar de mí. Que me oigo mis historias en las tristezas de los demás. Que ya no juego a rayuela y no quiero ni volver a oir de ella... que con sólo sentir la tiza el mundo se gira y se cae de costado. Dicen que le pongo cortina de manos a las ventanas de mis ojos... que se nuble y no vuelvas...
Y dicen... y siguen diciendo... que tengo muchos traumas, que tengo muchos miedos... que algunos ven como me como el mundo a bocados y otros ven que me quedo en el mar haciendo el muerto y bebiendo sorbitos de arena, que no es lo que pega pero es lo que hay.
Y que dicen que cambie de dial... que este no es bueno escucharlo por la mañana si yo sólo escribo de noche.
sábado, noviembre 25, 2006
Cocacola sin cafeína
Un aeropuerto vacío, Paul sin John, una maceta que sólo contiene tierra, un cielo nublado, cocacola sin cafeína y sin azúcar, galletas de fibra, un mensaje sin palabras, un libro sin páginas, un coche sin gasolina,... Así te veo desde que te conocí.
La mujer sin corazón más perfecta de la tierra.
Déjame, déjame que te cuente cómo se vive en mi mundo: Soy un hombre normal, de mi especie. Que cómo somos: Nos reímos de nervios y lloramos de alegría, nos levantamos cansados si dormimos mucho, nos desnudamos sin ropa y con palabras ante los amigos y seis botellines de mahou; gritamos de placer, viajamos desde una discoteca sin billete, volamos sin alas a lugares que siempre estuvieron ahí, morimos respirando si alguien se va de nuestro lado, tenemos sudores fríos, nos comemos las uñas sin aliñar, leemos a poetas con versos sin ton ni son, soñamos con el futuro olvidando el presente, lloramos con una canción, tenemos vértigos desde las alturas, escalamos muslos a la hora de la siesta, hivernamos cada noche, tiritamos de calor, volvemos a nacer cada cumpleaños, hay lluvias ácidas y olas gigantes que arrasan ciudades, días eternos y muchas mentiras, sobretodo muchas mentiras. No te creas si te dicen que el tamaño de un diamante ocupa el hueco exacto de mi amor. Mira mi mundo, niña sin corazón antes de ofrecerte un trasplante del mío, de mi vida, de mí para que veas con mis ojos, para que vivas como yo.
(Escrito en algún punto del mediterráneo entre españa y hungría)
Chaouen
Siempre Chaouen.
jueves, noviembre 23, 2006
Imaginación
Anoche estaba pensando entre sueños lo que te diría si en lugar de tener mi cabeza apoyada en mi almohada fuera tu brazo dándome consejo...En cómo jugaría con tu pelo alborotado entre mis piernas y cómo te diría buenos días pidiendo guerra de la buena.
Hasta soñé que como era un sueño, me despertaría la alarma que me ensordece a diario... pero no... el sueño estaba tan lejos de acercarse a la realidad que ni el despertador sonaba.
Me levanto por mi cuenta... después de vestirme, comer algo rápido, pintarme la raya del ojo, untar mis pestañas con rímmel, hacerme un hueco en el metro y salir a la Castellana me hago un hueco en el borde de la acera para esperar vía libre en el semáforo... Me fijo que todos nos colocamos en una línea horizontal esperando para cruzar e igualmente se van colocando en el lado contrario; el semáforo se pone en verde, comenzamos a andar...y la situación comienza a asemejarse a un duelo a muerte de caballeros medievales, sólo faltan las lanzas... En el último momento me esquivan y no soy herida de muerta con la punta de una lanza, sólo me han rozado con un bolso... sonrío por la tontería que he pensado y porque hoy mi imaginación me va a jugar malas pasadas... Comienzo a caminar, como siempre a paso de yegua y mi imaginación se disipa... ese viejito lleva años en ese banco esperando a que haya mar en madrid -pobre-..., esa vieja que anda despacio lleva años buscando al otro viejito pero una ceguera crónica por mirar el sol con un cristal en un eclipse en los años 40 no se lo permite, ese bebe será un reputado gigolo dentro de 25 años, aquel mensajero lleva mensajes de amor y de odio, él lo sabe y tiene cuidado de no equivocar las cajas; Aquella peluquera de noche es bailarina de stripstease con un más que digno éxito en las carreteras que entran en Madrid... uops... ya llegué al trabajo. Buenos días a todos. ¿Esperabais algo más?... pues es ... Un día cualquiera.
domingo, noviembre 19, 2006
Semana
- Miércoles: Día de Mierda
- Jueves: Día de salida de la mierda. Esperanza. Hay luz de bombilla al final del túnel.
- Viernes: Ya no me acuerdo del tunel. La luz de una bombilla se cambia por la del sol.
- Sábado: Paseo descalza por la arena de playa hasta que amanece. La noche fue inesperada, gratificante y en resumen, altamente positiva.
- Domingo: Joao sabe bien para que sirven. Yo hoy duermo que mañana será otro día y otra semana. Deseadme suerte.
Gracias a todos los que entráis, me leéis, comentáis... me parece increible. Me habéis hecho sentir muy bien en ese par de días malos. Muchas gracias a todos todos todos.
miércoles, noviembre 15, 2006
domingo, noviembre 12, 2006
Capitulo 7 (Julio Cortázar)
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.
miércoles, noviembre 08, 2006
A Bocajarro
Mírame a los ojos. Clávame tus uñas. Aspira el aire que me sobra de tus pupilas. Dime que sí. No me sueltes. Acaricia mi cara. Alumbra mis pesadillas. Cuéntame un cuento y déjame dormir en tus pestañas. Manipula mis deseos, mis miedos, mi pasado. Ven a buscarme. Hazme cosquillas. Escribe en mi espalda tu carta de deseos a los reyes que yo les pediré tu vida en la mía. Caliéntame el invierno. Mójame de ti al despertar, siempre que abra los ojos. Tómate un café conmigo, con doble de azúcar. Hazme reir con tus sonrisas. Déjame dormir en tus labios. Déjame despertarme entre tus piernas. Déjame morir besando. Cambia la luna por el sol de primavera, luminoso y templado al baño maría. Mantente cerca de mis pasos. Agárrame si no caigo. Álzame que no llego a tu belleza. Ciégame con tu rimel. Vuélveme loco, sordo, cojo de ti. Abrázame si no sonrío. Dame un pulmón. Cuélgalo en mis ojos. Gira el mundo a un lado cuando estés cerca. Arranca los pistilos de mis deseos. Escribe para mí. Amanece en mis relatos. Marca tu territorio. Conviérteme en gato, independiente y casero. Lava mi alma con sudor de tus axilas. Camina en mis piernas de puntillas, en silencio… que nadie te oiga. Abre la cerradura de mi vida. Escóndete de mi alma. Sácame del limbo. Llámame a gritos. Piensa en mí. Peina mis dedos en tu pecho. Crucifícame en tus brazos. Sujeta mi boca con tu cuello. Átame a ti. Rompe mi corazón a brazadas. Nada hasta él. Hunde tu pelo en mi aroma. Mastícame. Suplícame otro día más. Alimenta mis noches. Mantén la calma. Ponme a secar. Alójame en tu vida. Castiga mi pasado.
Grita mi nombre si quieres pero no repitas que es culpa tuya, que no me ves como antes. Golpea el pasado pero no digas que es mejor dejarlo ahora que aún me quieres. Muérete a bocajarro. No me dejes por él. Escupe sus besos. Vuelve a nacer.
martes, noviembre 07, 2006
Toma!!
Ahí te lo dejo!!
Cógelo!! Lo tienes encima de la mesa!!
A ver si ahora sí... a ver si eres capaz de rechazar este riñón como hiciste cuando, después de 2 polvos te dejé, como por descuido, el corazón encima de la cama... al lado de la ropa, para que te lo llevaras cuando te vistieras.
Pero no... claro, lo dejaste ahí... como si no lo hubieras oído bombear al coger la camisa hecha un burruño debajo de mi tanga aún con restos... ¿Y ahora qué hago con él? ¿Lo dejo en reposo en un vaso de agua en la mesilla hasta que vuelvas?...
Qué desagradable... el ambiente que se queda es raro... huele a sudor, a semen, a condón... huele a sexo... huele a noche pasional y voy yo, y estropeo el ambiente dejándome vísceras por ahí.
Pues hoy, hoy que nos sentamos a ver esta peli te dejo mi riñón... el corazón te lo saqué una vez y te lo ofrecí entero... aún bombeaba y todo. Pero hoy te dejo mi riñón... el responsable de tantos desechos... ¿a ver si este lo coges ahora?... Lo tienes metido en la bolsa del blockbuster, junto a la carátula, para que cuando pases a devolver el dvd lo veas.
Es mi última víscera... mi último regalo... tu última oportunidad y temblando soy capaz de atreverme a decir... que mi última esperanza...
miércoles, noviembre 01, 2006
Historia
Hace unos 5 años estaba con la que era una amiga pasando una semana de vacaciones en la playa. Eran días de relax, de playa, de sol... días de conocer a mucha gente y de disfrutar. Teníamos 22 años. El cronograma del día era sencillo: de día, playa, riendo y comentando la noche anterior y de noche, bares, donde fomentar las risas del día siguiente. Las cañas las tomábamos alternas en dos chiringos típicos de playa. Especialmente en uno porque a mi amiga, a T. le atraía uno de los camareros. Era el último día de nuestras vacaciones, apenas habíamos dormido pero queríamos aprovechar para dormir en playa. T. quiso comer donde estaba aquel chico.
Durante la comida, hablamos con uno de los camareros que nos presentó al que a mi amiga interesaba. Se llamaba G. y llevaba un año en España. Decidieron visitarnos en la playa en su hora libre antes de que nos fuéramos. Estuvimos de risas con esas gracias de las primeras frases. Llego la hora de irnos porque nos esperaba Madrid y la biblioteca para los exámenes de septiembre. Durante el camino de vuelta estuvimos recordando las cosas que nos habían pasado, la gente que habíamos conocido. En especial sobre los camareros que nos acompañaron en nuestros últimos ratos de playa. De pronto, sonó un sms en mi móvil. Recibí su primer mensaje. Le dije a T. que lo leyera ya que yo iba conduciendo. Su cara se puso pálida cuando leyó: "Espero que ya me estés echando de menos". Ella se enfadó mucho. Ella era así. Yo, intentado paliar su cabreo, le dije que se lo estaría diciendo a las dos. T. en una astuta clase de gramática me dijo: "Espero que estés... estés... segunda persona del singular. Osea, tú". T. decidió contestarle desde su propio móvil, le dijo algo así como que lo habíamos pasado muy bien y que a ver si nos veíamos en Madrid algún día. G. respondió a mi móvil que le llamara cuando llegara para decirle que había llegado bien. A T. el humo le salía por las orejas.
Hubo intercambios de mensajes hasta que en septiembre T. y yo volvimos a la playa aprovechando el fin de los exámenes. Aprovechamos para quedar con G. y sus amigos a tomar algo por la noche. Nos fuimos a un bar, allí nos presentaron a más gente y nos sentamos todos en una mesa. Yo estaba al lado de T. y G. estaba lo más lejano a mí que podía estar. Al cabo de un buen rato yo me levanté para ir al lavabo mientras alguien se levantaba a por otra ronda de cañas. Al volver vi que G. había cambiado su sitio por el que estaba a mi lado. A T. le volvió a salir humo por las orejas. T. se empezó a comportar como una niña y a bostezar y a decir que tenía sueño, que nos fuéramos de allí cuanto antes. Mientras G. me susurraba en el oído que nos fuéramos al pueblo de al lado juntos y solos. Insistía que nos fuéramos, que dejáramos a T. durmiendo. Yo me reí y nos fuimos T. y yo a dormir mientras yo intentaba controlar la sonrisa que me provocaba el halago de la proposición.
Al día siguiente, T. comentaba la quedada de la noche anterior. Yo estaba callada, como ausente, asintiendo a ratos lo que ella comentaba. De pronto, T. empezó a comentar que ella pensaba que G. le miraba y que podía tener oportunidad con él. En ese momento, me llegó un sms al móvil que decía que había sido una niña mala por no haber huido con él a otro pueblo. T. en tono agresivo preguntó quién era el sms. Le dije que era G.que nos fueramos a tomar un café con él.
Nos fuimos y nos tomamos un café. En aquel café G. comentó que su novia llegaba por la tarde. El humo que salía de las orejas de T. me envolvió. Aquella fue la última tarde que le vería en mucho tiempo.
Pasó el tiempo Pasaron unos 8 meses hasta que a finales de primavera en un viaje a Burgos, T. recordó algunas secuencias de las vacaciones del verano entre las que entró G. Me dijo que le enviaramos un sms preguntándole qué tal estaba. Así lo hicimos. Lo que T. nunca supo es que ese fue el primero de miles de mensajes que nos mandábamos cada día durante meses y meses. Había mensajes divertidos, hasta que los mensajes adquirían más temperatura de lo que la cobertura debía permitir. Era divertido estar en el trabajo, volver de hacer una entrevista de trabajo a alguien y encontrar un sms con deseos de sábanas imposibles.
Era un juego. Era algo divertido; pero sobretodo un juego.
Los mensajes continuaron durante meses. Hasta que por el mes de octubre me dijo que venía a Madrid. Que venía a ver a sus padres. Se iba a quedar unos días y se quedó una semana. El primer día que nos vimos después de tomar algo seguimos hablando en el coche. Sólo salimos para ayudar a una chica a abrir la puerta del portal. Al día siguiente volvimos a quedar y a estar horas hablando mientras hicimos algún acercamiento como hablar con la mano en la pierna del otro…. Juegos infantiles.
No sé como terminamos en mi casa haciendo caso a los mensajes de meses.
Tengo un vacío sobre cuando nos volvimos a ver… si pasó mucho tiempo o poco. Cuantas veces nos hemos visto a escondidas durante años. Besos a escondidas. Mimos a medianoche. Cosquillas al amanecer… Anoche me pediste que contara que nos vimos ayer. Empecé por el principio. Algo es algo.
Continuará…..